Momentos decisivos para el territorio del Proyecto de Geoparque del Cabo Ortegal, integrado por los municipios de Cariño, Cedeira, Cerdido, Moeche, Ortigueira, San Sadurniño y Valdoviño. En cuestión de semanas se sabrá si el proyecto es propuesto como candidato oficial por parte de España para obtener el distintivo Global Geopark de la UNESCO, partiendo de una geología única sobre la que se asienta un amplio plan estratégico relacionado con el turismo y el desarrollo sostenible. Además, toda la zona -que forma parte a su vez del geodestino Ferrolterra-Rías Altas- también opta a la convocatoria extraordinaria de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos financiados con los fondos Next Generation. Se pretenden obtener hasta 3,8 millones de euros de financiación para llevar adelante 40 acciones durante los próximos tres años de cara a estructurar -y apoyar- la oferta turística y de servicios de un área geográfica que se ha revelado en los últimos tiempos como una de las de mayor potencial del norte del Estado. Su atractivo reside en la garantía de tranquilidad en un paisaje espectacular lejos de aglomeraciones y en una completa oferta de servicios que permiten disfrutar sin prisas del conocimiento de la naturaleza, de la cultura, del patrimonio, de la gastronomía y del producto local.
Son más de 600 kilómetros cuadrados de superficie con uno de los paisajes más impresionantes de España. En el borde norte se encuentran los acantilados marítimos más elevados de la Europa continental, además de los mayores afloramientos mundiales de eclogitas, un tipo de roca que habitualmente se encuentra en el Manto terrestre y que aquí, especialmente en las zonas de Cariño, Ortigueira y Cedeira, puede observarse e investigarse a simple vista.
Ese es el motivo de que la estrategia de difusión y desarrollo proponga hacer “Un viaje al interior de la Terra”, por ser aquí donde se muestran en superficie fenómenos ocultos a 70 kilómetros de profundidad, a los que se les añaden otras interesantes manifestaciones geológicas y lugares excepcionales como la playa de Teixidelo -única en el mundo de arena negra no volcánica-; los restos de vulcanismo de las zonas de Loiba, Espasante y Pantín; el arenal granatífero de Fornos, los arcos costeros y “furnas” de Cedeira o el sistema dunar y la laguna de A Frouxeira, en Valdoviño que, además, acoge el final de una gran falla que parte Galicia en dos.
Mientras, más al interior, en las antiguas minas de cobre de Moeche y Cerdido descubrimos los espeleotemas más espectaculares del noroeste peninsular, llenos de estalactitas de llamativos colores verdes, azules y amarillos, surgidas tras el cese de la actividad extractiva. En estos dos municipios y en el de San Sadurniño también aparece en el paisaje y en el patrimonio otra rareza: el “toelo”, que es una roca del tipo de las serpentinitas de color verde o gris veteado -de ahí su nombre, semejante a la piel de un reptil- muy utilizada en la zona como piedra ornamental.
La zona del Proyecto del Geoparque del Cabo Ortegal tiene una riqueza geológica fuera de lo común que permite descubrir el contexto geológico de la Orogenia Varisca Ibérica, uno de los capítulos más apasionantes de la historia del planeta. En relación con este contexto, el catálogo de lugares de interés geológico de relevancia internacional -denominados Geosites- elaborado por el IGME, señala hasta seis enclaves únicos por su valor científico, algo inusual en un área geográfica tan reducida. Y más aún si se tiene en cuenta que para ser geoparque la UNESCO solo exige disponer como mínimo de uno de estos Geosites.
Geoturismo y desarrollo sostenible
Esta riqueza geológica única es la base sobre la que se articula el proyecto de geoparque promovido por los siete ayuntamientos de la zona, vinculando con ella una estrategia de desarrollo sostenible que potencie su conocimiento, el turismo y otros recursos, como por ejemplo la producción agroalimentaria de calidad, la puesta en valor del patrimonio o la dinamización de la hostelería y otros servicios relacionados. Cabe recordar que el ámbito del proyecto dispone de más de 3.100 plazas de alojamiento -el 34% del geodestino Ferrolterra-Rías Altas- y una amplísima oferta de restaurantes y empresas de turismo activo.
En este sentido el área del proyecto ya tiene mucho camino andado como producto diferenciado. La Serra de A Capelada y el Macizo do Limo -sobre todo el borde de Herbeira y la punta de los Aguillóns- forman parte del ” Top Ten” de Turismo de Galicia; Santo André de Teixido es, junto con Santiago, el lugar de peregrinación más importante de Galicia; las iglesias, cruceros, villas históricas, restos arqueológicos -el castro de Sarridal o elde Prados- y los castillos -Moeche, Naraío y la Concepción-, se complementan con una amplia red de senderos naturales y culturales que entretejen todo el territorio.
Y, sobre todo este valor, el atractivo gastronómico, con productos de proximidad de la tierra y del mar -pescados, mariscos, carnes, lácteos, miel, huerta, etc.-, rías y playas poco masificadas que, además, son referentes internacionales para la práctica de deportes acuáticos como el surf. De hecho, Valdoviño acoge todos los años el Pantin Classic y cuenta con el único museo de España, el Océano Surf Museo, dedicado la esta disciplina, que se viene a añadir al conjunto de espacios interpretativos del territorio: el Museo Mares de Cedeira -perteneciente igual que el de Valdoviño a la red internacional REMA-, el Castillo de la Concepción, el Centro de interpretación de las Revoluciones Irmandiñas de Moeche y el Centro de Interpretación del Patrimonio y el Paisaje de Ortigueira.
Pero hay más, puesto que a la oferta de rutas y servicios para descubrir el territorio se le añade también un gran abanico de eventos que entroncan directamente con la tradición o que son iniciativas nuevas: el Festival del Mundo Celta de Ortigueira, el Festival Irmandiño y las ferias del 11 y el 23 de Moeche, las procesiones marítimas de las villas marineras -Cariño, Cedeira y Ortigueira-, la recuperación del Samaín en Cedeira y el trillado tradicional del trigo en Cerdido, la cita con el surf internacional en el Pantín Classic de Valdoviño, la Feria Rural de San Sadurniño…
La estrategia del Proyecto de Geoparque del Cabo Ortegal enlaza todos estos recursos y propone una dinamización territorial comprometida con los objetivos de desarrollo sostenible de la década que contribuya a revertir la crisis económica y demográfica de la zona. En este momento el plan espera por el veredicto de la Comisión Nacional Española de Cooperación con la UNESCO, que a la vuelta de unas semanas decidirá cuáles serán las dos candidaturas que optan a obtener el sello Global Geopark de las Naciones Unidas, de relevancia similar la una declaración como Patrimonio de la Humanidad. Esta mañana se ha celebrado una reunión telemática del Comité Nacional Español de Geoparques para evaluar el cumplimiento de los requisitos por parte de los cuatro aspirantes que concurren a la convocatoria de este año: Costa Quebrada, Valles de Cantabria, La Rioja -denominado “Huellas de Dinosaurio” y Cabo Ortegal. La decisión del Comité de Cooperación con la UNESCO se conocerá, previsiblemente, a finales de noviembre.
Plan de Sostenibilidad Turística en Destinos
Al otro lado del trabajo preparatorio efectuado en los últimos años por los siete ayuntamientos -unidos en la Asociación para la gestión del Geoparque del Cabo Ortegal-, la Diputación de A Coruña también ha impulsado en este pasado mes de septiembre la candidatura del proyecto a la Convocatoria Extraordinaria de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos. Este Plan, presentado para su encaje en el Plan territorial Galicia-Turismo Litoral de la Xunta de Galicia, supondría una aportación global de 3,8 millones de euros para el período 2022-2024, financiados con cargo a los Fondos Next Generation.
El Plan presentado se estructura en cuatro ejes de trabajo determinados por la convocatoria: transición verde y sostenible, eficiencia energética, transición digital y competitividad. Estas cuatro líneas reúnen un total de 40 acciones, todas ellas conectadas a través de una estrategia de desarrollo turístico y territorial encuadrada en la candidatura a Geoparque Mundial de la UNESCO.