El Presidente de la Deputación de A Coruña, Valentín González Formoso, visitó Moeche esta mañana para conocer las obras recién finalizadas del centro de transformación alimentaria A Fusquenlla, situado en el recinto ferial de San Ramón, que se integrará en el espacios provinciales de coworking relacionados con el medio rural. Formoso estuvo acompañado por la alcaldesa, Beatriz Bascoy, y también por los regidores de los otros tres municipios que participan en la iniciativa: Cerdido, San Sadurniño y Valdoviño. En el recorrido por las instalaciones se vieron las distintas dependencias que se dedicarán a la producción de conservas hortícolas, el envasado de zumos y a la extracción y procesado de miel, además del equipamiento que se utilizará tanto en estas actividades como en la impartición de cursos. El centro nace con el objetivo de darle salida y con un mayor valor añadido a los excedentes agrícolas de las pequeñas explotaciones de la comarca, pero también con vocación de espacio donde se creen sinergias entre productores y productoras que, además, trabajen en red con otros centros similares. Además, A Fusquenlla también responde a las estrategias de desarrollo territorial que promueve el Proyecto de Geoparque del Cabo Ortegal.
Beatriz Bascoy destacó el valor del proyecto como iniciativa surgida de la cooperación intermunicipal con apoyo de la Diputación y de la AGADER, así como el papel dinamizador del sector primario que va a representar un centro “que no va a ser solo para Moeche, sino para el conjunto de los cuatro ayuntamientos y, si hay demanda, también para el resto de la comarca”.
La alcaldesa explicó que la población de estos municipios podrá acudir a las instalaciones para transformar sus productos y se mostró esperanzada en que su actividad pueda iniciarse “a partir del verano”, aunque para eso antes hará falta regular el modelo de gestión. Para Bascoy la puesta en marcha del proyecto significa “creer en el rural” y en sus posibilidades de desarrollo vinculadas a la producción de calidad y su comercialización en circuitos de proximidad.
En la misma línea también se pronunció el Presidente de la Diputación, aludiendo a que el Centro de Apoyo al Desarrollo Rural “A Fusquenlla” servirá para “ darle una oportunidad a todos aquellos emprendedores y emprendedoras que quieran vivir o reincorporarse al mundo rural”.
El nuevo equipamiento será el octavo centro de coworking promovido por el ente provincial y, en este sentido, facilitará trabajar “de una manera diferente, con una visión de colaboración y de aprovechamiento de sinergias entre emprendedores que tienen una visión distinta del sector agropecuario”. Valentín González agradeció el esfuerzo conjunto “que no es habitual” de los cuatro municipios implicados, incidiendo en la necesidad de alternativas de este tipo “en una comarca que precisa diversificación económica”.
Los tres alcaldes coincidieron en reivindicar la colaboración entre municipios “que se suma a la que ya mantenemos impulsando el proyecto de Geoparque del Cabo Ortegal”, dijo el regidor de San Sadurniño, Secundino García, añadiendo que el nuevo centro debe servir “para convencernos de que el sector primario tiene mucho potencial y puede ser un nicho de trabajo para mucha gente”. El alcalde de Cerdido, Benigno Galego, reiteró esta visión y expresó su confianza en que “sigan surgiendo más ideas y proyectos” de la cooperación de los cuatro ayuntamientos. Por último, el alcalde de Valdoviño, Alberto González, agradeció “la invitación que tuvimos en su día por parte de Moeche para fortalecer el proyecto” a pesar de que el sector primario no tenga en su municipio el mismo peso económico que en los otros tres.
Más de 240.000 euros de inversión y cuatro años de trabajo
En las obras y en el equipamiento de la infraestructura se han invertido más de 240.000 euros cofinanciados por los fondos europeos del LEADER -a través del GDR Seitura 22-, con una aportación provincial de 88.000 euros y otros 12.000 para el diseño técnico sufragados por la Consellaría del Medio Rural, además de una pequeña contribución de los cuatro municipios.
El origen del proyecto está en una idea del área de Desarrollo local de San Sadurniño, que llevaba años pensando en cómo facilitarles a los productores y productoras de la zona un lugar en el que pudieran preparar todo tipo de elaborados a partir de lo que se extrae de la tierra.
Sin embargo, la iniciativa batía con un inconveniente: San Sadurniño no disponía de ningún espacio adecuado. Ahí fue donde entró en juego Moeche ofreciendo como emplazamiento la nave del recinto ferial dedicada antiguamente a la venta de quesos. Posteriormente, y de cara a que toda la actuación adquiriera cuerpo de ámbito comarcal -también para posicionarse mejor en la obtención de fondos europeos y provinciales- se propuso la entrada de Valdoviño y Cerdido, que quedó confirmada en un acuerdo firmado por los cuatro municipios en noviembre de 2018.
Han pasado casi tres años y esta mañana el concejal de Desarrollo local de San Sadurniño, Manolo Varela no ocultaba su orgullo por ver la obra lista para empezar a trabajar “después de tanta burocracia administrativa, la llegada de la COVID y un cúmulo de cosas que retrasaron el proyecto”.
Ahora viene la parte más importante: ponerlo a funcionar y dinamizarlo. Para eso se están estudiando experiencias de otros equipamientos similares, como por ejemplo el existente en el ayuntamiento coruñés de Brión “con el que tenemos una relación que nos está facilitando el trabajo”, comenta Varela. El concejal señala que, a diferencia de éste, el de Moeche dispondrá también de una línea dedicada a la miel, razón por la que se valora que la la línea de conservas hortofrutícolas y zumos se gestione de manera distinta a la línea de envasado de miel, aunque ambas se coordinen entre sí y con el resto de centros de la red provincial de coworking.
En cualquiera caso, el siguiente paso que les toca dar a los ayuntamientos es el de definir el modelo de gestión, que quedará plasmado “en una ordenanza o en un reglamento de funcionamiento interno” que recoja todos los aspectos del día a día.